Un grupo de 34 grafiteros han vandalizado un convoy de la L4 en la estación de Maragall de manera muy contundente y violenta. De hecho, tres pasajeros del tren, han resultado heridos. Una mujer embarazada por ser rociada con pintura en spray y otros dos por recibir zarandeos y contusiones leves tras ser increpados y tirar del freno de emergencia del tren.
TMB ya ha presentado una denuncia por daños junto las victimas y tomará las medidas oportunas para identificar a los autores mediante testimonios y cámaras de seguridad. Uno de ellos lo ha arrestado la seguridad de metro y posteriormente enviado a comisaria por parte de los Mossos para declarar ante disposición judicial.
Por desgracia, es un fenómeno en auge, ya sea su alta promoción en redes como Instagram. El coste de limpiar cada tren vandalizado y otros daños suele salir de nuestros bolsillos en impuestos y las empresas operadoras, no encuentran otra solución que reforzar la seguridad o ser más contundente en las leyes.